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El ENTUSIASMO es una especie de “inspiración divina”, también de fervor interior, ese “algo” que pase lo que pase te hace mover, te pone en movimiento sea como sea, así se esté partiendo el mundo en mil pedacitos.
¿Qué te pone entusiasta? ¿qué es esa actividad que decís: se me pasan las horas y no me doy cuenta que se me pasó el tiempo haciendo eso que estaba haciendo sin darme cuenta que lo estaba haciendo? Sería más o menos como entrar en una especie de trance inconsciente.
Para eso me gustaría invitarte a que te acuerdes cuando eras ese niñito travieso que se pasaba las horas sin juzgar su juego, sin el perjuicio de: “es incorrecto lo que estoy haciendo, debería hacer algo me esté generando un ingreso de dinero“…tal cual después nos programan con el tiempo.

El ENTUSIASMO es la clave maestra para tu bien-estar en el vivir día a día que hace que todas tus actividades estén ejecutadas con alegría, creatividad, expandiendo altas energías, nuevas ideas, expresando un brillo particular en los ojos, con ganas de que no termine nunca, etc.
Ahora, si pensamos en “trabajar”, ¿aparecen éstas características entusiastas?, ¿o no te dan ganas de ni levantarte de la cama? ¿por qué creés que te pasa eso?
¿creés que el hecho de hacer una actividad a la que llamás “trabajo” te da tanta alegría que podrías estar haciendo eso el resto del día, aunque ni siquiera te paguen? Si no es así entones preguntate si estás en el lugar ideal o en el equivocado.

La idea que me gustaría convidarte Tribu querida, es que mientras más ENTUSIASTA estés en eso que elegís hacer desde tus tripas o desde tu corazón, más brillo de tus ojos se va a vislumbrar y con toda esa energía de altas frecuencias tu entorno va a empezar a percibir que algo
en el aire está cambiando.
¿Escuchaste alguna vez la frase “si yo cambio, todo mi entorno cambia” o “locura es seguir haciendo las mismas cosas de siempre esperando que en tu vida, pase algo diferentes”? Pues noooo! No funciona así Tribu Querida.

¿No te gusta tu contexto, tu entorno, tus relaciones, tu vida? ¿Qué se te ocurre que podés hacer de diferente?

Lo primero de todo es tener la valentía suficiente para ver ese gran: “darse cuenta”. El darte cuenta, cuenta. ¿Por qué? Porque para cambiar algo primero me tengo que dar cuenta que lo que estoy haciendo me hunde, me atrasa, me enoja, me deprime, me opaca, me aburre, etc.
Aparece el malestar. Algo no me gusta, entonces tomo una decisión: me hago la tonta o dejo el papel de víctima y asumo 100% mi única responsabilidad que son mis pensa-mientos los que están creando mi realidad. Sip. Los pensamientos crean realidad. ¿Cómo sería?
¿Qué es la realidad? ¿De qué está hecha? ¿De dónde nacen los pensamientos?